Perdona y encontrarás felicidad
En nuestra vida se nos presentan situaciones fuertes, tales como calumnias, pleitos, soberbia, envidia, maldad, rabia, odio, deseos de venganza, resentimiento, celos.
Mantener en nuestro ser las emociones que nos generan estas situaciones, sobre todo la rabia, el odio, el resentimiento, los deseos de venganza, en contra de quien nos ha hecho algún daño o nos ha hecho sufrir, perjudica tanto nuestro cuerpo como nuestra alma, nos esclaviza y nos hacemos daño nosotros mismos, porque se convierten en una carga.
Es cierto que muchas personas son crueles y duras y nos causan daño; pero solo nosotros tenemos el poder de liberarnos de esa carga que se nos queda prendida cada vez que somos víctimas de dichas personas.
Y te preguntarás ¿cómo hago para liberarme de esa carga?
Pues la respuesta es “perdona”, decide perdonar.
Seguramente estarás pensando ¡pero es que perdonar es sumamente difícil!
Y tienes razón, nunca ha sido fácil, pero a pesar de sus grados de dificultad resulta muy provechoso para nuestra alma, porque nos liberamos, y esto además protege nuestro cuerpo de las dolencias que puede sufrir al soportar la carga negativa del odio, del rencor, del resentimiento.
¿Cómo se aprende a perdonar?
Debes seguir un proceso, a muchos les resulta sumamente difícil, a otros no tanto, pero siempre es un viaje, un proceso, porque resulta que nuestros recuerdos se encuentran conectados desde la emoción con las situaciones que nos llevaron a esos sentimientos, que abrieron nuestras heridas.
Los pasos para perdonar son:
- Haz una lista, bien extensa, donde figuren todas aquellas personas que te han hecho daño u ofendido y cuyo recuerdo te reaviva el resentimiento; incluye tu nombre si alguna vez has sentido rabia o resentimiento contra ti mismo.
- Ahora pregúntate, ¿qué gano con este rencor, este odio, este resentimiento que destilo hacia esas personas?
- Trata de encontrar alguna razón poderosa por la cual debas mantener esos sentimientos negativos.
- Notarás que tu cuerpo se tensa, tu mente se nubla al recordar lo que te hirió.
- Toma la decisión definitiva, en este punto de perdonar.
- Empieza por perdonarte a ti mismo por haberte sometido a ese resentimiento, a ese odio que te ha hecho infeliz y te ha impedido tu realización como persona.
- Vive el duelo, no busques culpables, asuma que esa persona que te hirió actuó desde su propio desconocimiento del daño que se ocasionaba a ella misma al dañarte a ti; toma la decisión de perdonarlo de corazón.
- No es preciso que le digas personalmente que lo perdonas, porque esto es un acto que te corresponde a ti y es a ti a quién beneficia; solo imagínate a esa persona, dile desde tu ser interior que la perdonas, y luego toma la energía que ese resentimiento te robaba y empléala para alcanzar metas nuevas.
- Al liberarte de esas cargas y del peso que generaba en ti todo ese resentimiento y odio, tu cuerpo manifestará la felicidad que sientes y actuarás y vivirás en consecuencia.